
De regreso en Panem, uno de los personajes más emblemáticos de la literatura distópica de Suzanne Collins se posiciona como protagonista en el libro Amanecer en la cosecha, publicado el 19 de marzo del presente año en librerías peruanas. Ambientado en los Quincuagésimos (50) Juegos del Hambre, también conocido como el Segundo Vasallaje de los Veinticinco, un joven y enamorado Haymitch Abernathy es “elegido” para representar a su distrito, el 12.

Esta nueva entrega representa el quinto libro de la autora respecto a su famosa saga Los juegos del hambre y se convierte en la segunda precuela a los eventos de Katniss Everdeen, heroína y símbolo de la revolución de los tres primeros libros. En esta oportunidad, los cañonazos resuenan doblemente ya que estos Juegos del Hambre no solo incluyen dos adolescentes por distrito, sino cuatro.
Un futuro indeterminado producto de la decadencia de una nación posguerra; conceptos distorsionados de bienestar a favor del entretenimiento y fuerza de poder; doce distritos gobernados por un dictador, cada año miran de lleno el miedo y la desesperanza por el temor de ser elegidos como tributos. Con estas tres bases, el escenario de Panem resurge para los fieles lectores de Collins, en medio de la incertidumbre, sobre el destino incierto de Haymitch.
Una novela dirigida tanto a un público juvenil como adulto fusiona una gama de elementos clásicos y contemporáneos, facilitando así que la lectura sea una experiencia satisfactoria e incluso reflexiva. Por un lado, Collins opta por la mitología griega al incluir la leyenda del Minotauro como punto de semejanza de lo que significa los Juegos del Hambre.

Por otro lado, emplea el formato de reality show, clave para el éxito de los Juegos, con el objetivo de visibilizar la banalidad de las acciones humanas, en este caso, perpetuar el sufrimiento de los tributos a través de los medios de comunicación. Asimismo, la autora plasma en las páginas de sus libros un tema debatible para hoy en día: la instrumentalización del ser humano. Este aspecto condiciona a los individuos no como sujetos pensantes, sino como objetos que sirven a un propósito, el de entretener.

Las motivaciones de Collins, por las temáticas mencionadas, suscitaron a reescribir una nueva historia para Los Juegos del Hambre. Con su quinto libro, la autora hace alusión a los gobiernos que optan por el autoritarismo frente a la democracia. “Siempre me ha fascinado la relación entre espectáculo y propaganda, y cómo los medios influyen en la percepción de la realidad. Con esta historia, quería volver a Los juegos del hambre para analizar cómo el Capitolio consolidó su poder a través del miedo y entretenimiento”, expresó la autora.
Sin duda la prosa de Suzanne Collins interpela la conciencia de su audiencia, ofreciendo un mundo alternativo con la intencionalidad de mostrar la posibilidad de un futuro no lejano, pero sí devastador. De esta manera, los invito a que den un paseo por la Arena y acompañen en los desgarradores acontecimientos teñidos de sangre de este personaje, quien abre nuevamente las puertas de Panem, aunque probablemente al final de las hojas lo haya perdido absolutamente todo lo que más ama.
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