Río Rímac bajo alerta: Desechos tóxicos exigen una respuesta efectiva del gobierno

Arte: Valeria Rodriguez

Un estudio reciente revela niveles peligrosos de contaminación en el río Rímac, fuente de agua para más de 11 millones de personas.

El Rímac, con una longitud de 140 kilómetros, atraviesa las provincias de Lima y Huarochirí, convirtiéndose en la principal fuente de agua potable para Lima Metropolitana. Fuente: MIDAGRI

Tras el episodio ocurrido a inicios de año, cuando el río Rímac se tiñó de rojo por el vertimiento de tintes industriales, la situación no ha mejorado. Un estudio reciente de la ONG Red Muqui reveló concentraciones elevadas de metales pesados como plomo, cadmio, arsénico y manganeso que superan los Estándares de Calidad Ambiental (ECA), además de la presencia de bacterias coliformes fecales.

En la parte alta del Rímac, 386 pasivos ambientales mineros continúan liberando metales tóxicos hacia el cauce. En los tramos medio y bajo, el río recibe descargas constantes de aguas servidas sin tratamiento, residuos textiles o industriales y basura doméstica, especialmente en zonas urbanas como Lima y Callao, donde empresas textiles y pobladores vierten sus desechos al cauce y contaminan sus aguas desde hace décadas. 

Esta situación representa un grave riesgo para la salud pública, ya que el río es la principal fuente de agua de 11 millones de personas. Recientemente, en agosto, con la aprobación del Decreto Supremo N° 014-2025-MIDAGRI, se declaró de interés nacional la recuperación del río Rímac a través de un programa nacional que ha generado cuestionamientos.

Como parte de esta medida, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) coordinará con los gobiernos regionales, locales y sectores del Estado las acciones necesarias para la restauración de la calidad del agua y los cauces del río Rímac. Este megaproyecto contará con una inversión de más de mil millones de dólares y se ejecutará en un plazo de 10 años.

El Ministerio de Agricultura y Riego y el ANA trabajaran en conjunto para controlar la contaminación y recuperar la infraestructura natural del río. Fuente: El Peruano

Sin embargo, expertos advierten que, sin un enfoque integral, el proyecto no tendrá impacto real. Según la Red Muqui, la reciente reestructuración de la ANA en 2024 planteó flexibilizar los permisos para vertimiento de aguas residuales, lo que contradice los anuncios oficiales de recuperación y debilita la protección ambiental del recurso hídrico. 

“Por ello, las medidas de recuperación del río anunciadas en el último mensaje a la Nación son solo un discurso sin sustento, ya que la verdadera orientación del gobierno es flexibilizar la gestión ambiental y la protección de los recursos hídricos”, escribió el área legal y socioambiental Muqui en su página web.

Para que las acciones del Gobierno sean efectivas, la Red Muqui destaca la necesidad de declarar el Estado de Emergencia Ambiental en la cuenca del Rímac. También exige atención a los riesgos de los pasivos mineros y evaluación de proyectos cercanos al cauce, además de reconocer el rol de las comunidades en el monitoreo y en su vulnerabilidad frente a esta crisis de metales pesados.

Isabella Riva

Licenciada en Linguística y Literatura con mención en Literatura Hispánica de la PUCP. Redactora periodística en Departe.

Autor

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top