
DreamWorks trae de vuelta el universo cinematográfico de Shrek con el segundo spin off de uno de los personajes más icónicos de la saga: el Gato con botas. Doce años han pasado desde “Shrek para siempre” (2010) y once desde el spin off original del “Gato con botas” (2011).
La larga ausencia del intrépido personaje ha finalizado con “Gato con botas: el último deseo” (2022), dirigida por Joel Crawford y Januel Mercado bajo el guion de Paul Fisher, Tommy Swerdlow y Tom Wheeler. Este equipo ha mantenido el equilibrio entre la acción y la comedia logrando tratar temas sensibles y maduros en una película para niños.
La cinta, que ha sorprendido al público a pesar de las bajas expectativas iniciales, ahora no solo es tendencia, sino que también compite como candidata a los premios Oscar 2023 en la categoría de mejor película animada.

A lo largo de sus casi dos horas de duración nos muestra la faceta más humana del Gato con botas. Lo que en un inicio parecía ser un film de relleno para recaudar millones de dólares ha resultado ser una película magistral.
Esta historia cuenta con icónicos personajes, una animación sobria y artística y un guion que, sin esforzarse, oscila entre la comedia, la reflexión y lo épico. Además, ha logrado que muchos volvamos a sentir la magia que siempre ha caracterizado al estudio de animación DreamWorks.
En esta oportunidad, el espadachín tendrá que enfrentarse a su máximo temor: la muerte. Tras perder su octava vida, Gato afronta el retiro al ser incapaz de mantener el estatus de la leyenda que alimentó en sus vidas pasadas. La gloria, la osadía y su título de héroe serán pausados para seguir la vida cotidiana.
En este escenario, la esperanza se presenta ante él de una forma muy peculiar. La historia de un supuesto mapa que conduce a un deseo por reclamar hace que Gato se embarque en una última aventura. En el camino hará un nuevo amigo, Perrito, y se reencontrará con Kitty patitas suaves, su antigua compañera.

Dentro de los fotogramas de la película, y también en los bocetos originales, el movimiento artístico impresionista está presente a partir de un estilo rápido y repleto de colores brillantes. Acercarse más a la realidad fue el objetivo de los productores de este largometraje, por eso optaron por expresiones artísticas que se asemejaran a ilustraciones hechas con acuarelas.
Tomando como inspiración el film animado “Spider-Man: Into the Spider-Verse” (2018), el estilo visual se aleja de la perfección del CGI (Computer Generated Imagery, en inglés) al reducir la complejidad de las imágenes y apegarse a la ilustración. La idea es recrear un cuento de hadas moderno, pero obteniendo un toque humano.

La película nos presenta un nuevo elenco de personajes que, pese a no aparecer en cintas anteriores, se convierte en icónico. Apelando a su estilo más clásico, DreamWorks retoma los relatos infantiles para traerlos al plano de la acción y aventura del mundo de la saga de Shrek.
Por ejemplo, aparece una reinterpretación del cuento de Ricitos de oro y los tres ositos, ahora como una familia de bandoleros, o se nos muestra una nueva versión de la canción infantil “Little Jack Horner”.
Otro de los personajes inéditos es Perrito, quien resalta por su optimismo. Sin raza determinada, este conoce a Gato en el refugio para animales, donde se hace pasar por felino para poder comer. A lo largo de la película interactúa de forma positiva con todos.
Pero el personaje que destaca ampliamente es Lobo, uno de los mejores antagonistas del universo de DreamWorks. Con pequeños matices que recuerdan a Shen de Kung Fu Panda 2 (2011), Lobo se presenta como un cazarrecompensas dispuesto a derrotar a Gato.
Su presencia sirve como recordatorio de que Gato está siendo cazado y que, pase lo que pase, él continuará persiguiéndolo. Con detalles tan simbólicos como usar una túnica negra, contar con dos hoces o andar con los ojos inyectados de sangre, Lobo es uno de los puntos fuertes de este film.

En conjunto, todos estos personajes permiten al largometraje tratar de manera emotiva y coherente un tema tan complejo como la muerte. Observamos como en gran parte del film Gato vive con miedo. El terror al fin de la existencia es lo que funciona como un freno en la vida del protagonista.
En la parte final, la película nos muestra que, pese a no tener escapatoria, la mejor opción es dar pelea a la adversidad. Incluso si la derrota parece obvia, es necesario levantar la espada para enfrentarse a lo que se nos oponga. Se trata de pelear por nuestra vida, así sea una sola. Pelear por cada momento, sin importar que sea bueno o malo, rescatando el valor del tiempo vivido.
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