El arte urbano, expresado principalmente a través de murales y graffitis, ha sido históricamente un tema controversial. Mientras que algunos lo ven como una forma de expresión artística y cultural, otros lo perciben como una invasión al espacio público y un acto de vandalismo. Esta controversia ha sido una constante, especialmente cuando se discute la diferencia entre murales y graffitis.
Los murales, por su estética y la riqueza de su contenido, han logrado consolidarse como una expresión artística más aceptada. Estas obras suelen transmitir mensajes sociales, culturales e incluso educativos, impactando de manera directa.
En cambio, el graffiti ha sido percibido con más ambigüedad. Para algunos es una expresión, pero para otros, especialmente cuando se limita a «tags», es visto como un acto que daña el espacio público. Esto lleva a la pregunta: ¿es el graffiti una forma de arte o simplemente vandalismo?
IMPACTO SOCIAL DEL ARTE URBANO
Los murales tienen un impacto significativo en la sociedad, ya que no solo embellecen el entorno, sino que también narran historias y comunican mensajes poderosos. A diferencia de una obra de arte en un museo, que está destinada a un público específico, el mural es accesible a todos los que transitan por el lugar donde está ubicado.
Esta accesibilidad convierte al muralismo en una herramienta educativa con un impacto social. La responsabilidad del muralista es grande, ya que su obra afectará, por un tiempo prolongado, a las personas que la observen, influyendo en su percepción del entorno.
El muralismo es, sin duda, una forma de libertad de expresión, pero no puede desligarse de la responsabilidad que conlleva. Los murales abordan cuestiones históricas o sociales generando conciencia y provocando reflexión en quienes los observan. No obstante, esa libertad debe ir acompañada de la conciencia del impacto del mensaje.
Gonzalo Leandro, muralista y cofundador de “Brochagorda”, reconoció dicha libertad de expresión y la importancia de los artistas. «Los murales pueden abordar temas como la desigualdad social o la historia cultural, pero el mensaje que se deja en ellos perdura en el tiempo y afecta a la población. Es una libertad para el artista, pero debe ir de la mano con responsabilidad», afirmó.
LA POLÉMICA DEL GRAFFITI
A diferencia de los murales, el graffiti sigue siendo visto con desconfianza. En muchos casos, se lo asocia con actos delictivos y pandilleros, especialmente en la forma del «tag», que consiste en la firma del artista o de una pandilla. Esto ha llevado a que algunas personas lo consideren vandalismo, una percepción que es difícil de cambiar. Sin embargo, para otros, el graffiti es una forma de expresión artística, aunque más efímera y a menudo marginalizada.
¿DIFERENCIAS ENTRE MURALES Y GRAFFITIS?
La sociedad califica de “buena” al mural y de “mala” al graffiti. Algo que poco se conoce y se suele confundir es la definición de graffiti. Al estar involucrado al arte urbano y analizando la cantidad de artistas y las creaciones que realizan, el graffiti sí se puede considerar como una expresión artística. Más allá de las quejas, este también maneja un mensaje y estética en base a la tipografía que se usa.
Por otro lado, los murales a menudo tienen un contenido más elaborado y un mensaje más claro. Pueden abordar temas sociales, culturales, históricos o políticos de manera más extensa y detallada. Es normal que también encontremos personas a las cuales no les guste esta expresión y la califique de ilegal o vandalismo.
A pesar de todo, el artista urbano es admirable porque prioriza su arte y gracias a eso es que el arte urbano sigue y cada día aumenta. La gente está interesada en este trabajo porque a pesar de todo, las calles siempre estarán decoradas por el arte urbano: el arte de la calle.
El arte urbano, en todas sus formas, sigue siendo una parte importante en la identidad de las calles. Aunque algunos lo definen como vandalismo, para muchos es una expresión y un reflejo de la vida cotidiana, la historia y las luchas sociales.
Como cualquier forma de arte, requieren de un equilibrio entre libertad creativa y responsabilidad, ya que el impacto que tienen en las calles es profundo y duradero. Al final, el arte urbano, sea un mural o un graffiti, es una prueba de la creatividad humana, y esas serán parte de la memoria para las próximas generaciones.
Deja una respuesta