
A lo largo de la historia, la humanidad le ha atribuido la creación y la existencia de la naturaleza a distintos dioses, los cuales habrían establecido el origen y el orden del universo tal y como lo percibimos. No obstante, atribuir la creación del universo al anhelo de destrucción de una deidad es una propuesta peculiar; y el pensador que presentamos en este artículo postula ideas al respecto.

A diferencia de otros pensadores alemanes del siglo XIX, Philipp Mainländer (1841 – 1876) ha sido poco estudiado; incluso la traducción de su trabajo al español y al inglés es reciente para la historia de la filosofía. Sus propuestas filosóficas se encuentran en la antología denominada Filosofía de la redención, publicada en nuestra lengua por Alianza Editorial en el año 2020.
En esta antología, de prosa clara y sin demasiados adornos, Mainländer expone su peculiar sistema filosófico, el cual contiene sus ideas sobre la creación del universo. Para este pensador, la filosofía debe trabajar con la manera que tiene el individuo de percibir su propio mundo y no de entidades o abstracciones que no se puedan experimentar, tales como el Dios cristiano o algún otro.
El autor observa que los elementos de todo lo que está en el universo son conducidos, en la duración del desarrollo de su existencia, hacia la desaparición. Todo lo existente en el universo dirige hacia la muerte y la desaparición, ya se trate de lo orgánico como los seres vivos; o se trate de lo inorgánico como el sol, el aire, el agua y los minerales, el curso de la existencia parece ser una tendencia hacia la no existencia y la descomposición.
Todo tiene fecha de caducidad. Por ende, considerando que todo lo existente debe tener un origen, llegó a la conclusión de que, antes de la existencia del universo que conocemos habría existido un ser perfecto que existió en soledad antes que el universo. Hasta aquí todo nos suena familiar, pero el giro surge cuando Mainländer nos revela que este dios creó el universo para poder extinguirse a sí mismo, no por un acto creador genuino.
Aquí radica lo novedoso de la propuesta de este pensador alemán, para quien el universo no surgió por un deseo de creación divina, sino que este es el medio para dejar de existir, es el tránsito continuo hacia la desaparición. El dios que propone Mainländer ya no existe como alguna vez fue, sino que ha pasado a estar fragmentado, en camino a la desaparición a través del tiempo que dure el universo.
Este dios tiene un objetivo: dejar de existir y lograr su omnipotencia total: ser capaz tanto existir (ya lo hizo) y de no existir (cuando todo lo que conocemos desaparezca, lo habrá logrado). De esta manera, los elementos del universo se encuentran en constante lucha y caos entre ellos, buscando la futura destrucción.

Para entender el origen del universo según Mainländer, sirve pensar en el Big Bang, millones de esquirlas que, al existir y ser de un modo distinto, son residuos imperfectos que componen el universo. Por lo tanto, cuando las esquirlas desaparezcan y toda existencia termine, también el dios de Mainländer habrá dejado por fin de existir. Así, a través de la existencia, este dios creador está recorriendo un tránsito hacia la nada.
El libro Filosofía de la redención de Mainländer nos invita a reflexionar respecto a un mundo que se dirige siempre hacia la no existencia. Sus ideas manifiestan la decadencia del mundo, pero no una decadencia moral o social, sino natural. Para Mainländer, la existencia del mundo no tiene un matiz positivo y se contrapone a toda idea de dios creador.
Además, en este libro se desarrollan otras ideas que reflexionan sobre la función del ser humano como parte de este universo destinado a la desaparición. El tema del suicidio es de especial interés para nuestro autor, quien tomó la resolución de acabar con su vida a los 34 años, un día después de recibir el primer tomo publicado de su libro.

Esta decisión, además de estar motivada por la necesidad de paz eterna expresada en sus diarios, responde a ideas más profundas expuestas en el transcurso del libro. Las ideas de este pensador interpelan las bases de algunas áreas del conocimiento y de la sociedad, como la teología y la ética.
Incluso un fundamento como el de la religión teísta, en el que muchos individuos suelen encontrar el sentido de su existencia, puede ser sometido a crítica por las ideas de Philipp Mainländer, pensador que está siendo cada vez más estudiado por los académicos y estudiantes de filosofía.
Deja una respuesta