Desde hace años, cada vez más niños en el mundo son diagnosticados con altos índices de falta de atención, concentración y deficiencias en su vocabulario y vocalización. Una de las causas es el grave daño neurológico que el uso excesivo o manejo inadecuado de la tecnología —principalmente las plataformas digitales— pueden ocasionar en el cerebro de los bebés y los niños.

En plataformas como Youtube y Youtube Kids, existen diversos canales dedicados al entretenimiento infantil, entre los que destaca CoComelon, uno de los programas multimedia de streaming más populares del mundo. Con más de 189 millones de suscriptores, CoComelon tiene como objetivo entretener a toda la familia con contenido divertido y educativo, como animaciones 3D y canciones infantiles con rimas.
Algunos expertos en desarrollo infantil recomiendan este programa por su ritmo rápido y estimulación sensorial constante. Otros, en cambio, afirman que el consumo excesivo de este tipo de contenido multimedia podría acarrear graves daños neurológicos en el cerebro de los infantes. Por ejemplo, según la química bióloga Carolina Jefillysh, la evidencia científica apunta que los cerebros de los bebés y niños pequeños se encuentran constantemente influenciados por lo que visualizan en las pantallas.
Así pues, al exponerse a animaciones que cambian de planos y colores cada 3 segundos, como en la mayoría de los videos más populares de CoComelon, el cerebro infantil ve limitada su capacidad de atención y concentración en cada detalle del contenido que observa.

Frente a los coloridos escenarios de CoComelon, el cerebro de los más pequeños experimenta al instante un baño de dopamina, un neurotransmisor asociado al placer que motiva a las personas a repetir conductas con la finalidad de obtener recompensas, a menudo, inmediatas. No obstante, la evidencia científica señala que el exceso de dopamina puede alterar las funciones cognitivas y sociales.
Así pues, el consumo excesivo de videos de CoComelon, canal de la empresa londinense ‘Moonbug Entertainment’, puede perjudicar considerablemente el desarrollo cognitivo en bebés y niños, como su capacidad de aprendizaje y, en muchos casos, su comportamiento social y emocional ante el mundo que los rodea.

Además, los horarios de sueño pueden verse alterados debido a la exposición constante a la luz de las pantallas. La sobreexposición a la tecnología también puede llevar a los niños a desarrollar mayor ansiedad y problemas de socialización, los cuales derivan de la sobreestimulación que generan contenidos como los de CoComelon.
En su busca por liderar el mercado del entretenimiento infantil, las productoras de este tipo de programas batallan diariamente entre sí por ganar la atención de tu hijo, sobrino, hermano y/o nieto, pero sin importarles qué tanto pueden adormecer sus capacidades cognitivas.
El cerebro de los niños necesita movimiento e interacción principalmente, no permanecer estático por varias horas a la semana consumiendo contenido adormecedor. En su investigación titulada ‘Extraños en nuestros hogares: La televisión y la mente de nuestros hijos’, la Dra. Susan R. Johnson, pediatra especializada en conducta y desarrollo, revela que “la falta prolongada de estimulación equilibrada de todos los sentidos puede llevar a una disminución del tamaño del cerebro, observándose una reducción del 20 al 30 % en los niños que carecen de estimulación táctil e interacción humana significativa”.
Finalmente, cabe recordar que está comprobado que el uso excesivo de pantallas en edades tempranas puede afectar el aprendizaje de los niños, interferir con el desarrollo del lenguaje y dificultar su capacidad para resolver problemas de manera autónoma. Asimismo, se aumentan comportamientos agresivos y la dificultad para regular las emociones.


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