De la ficción a la realidad: los misterios del cónclave en medio de la elección del Papa León XIV

Arte: Valeria Rodriguez

El estreno de la película El Cónclave, bajo la dirección de Edward Berger, coincidió de manera particular con el contexto histórico y sociopolítico del momento, es decir, la elección del nuevo “sumo sacerdote pontífice” -más conocido como el  papa-, tras el fallecimiento de Francisco a los 88 años. ¿Cómo se llevó a cabo la designación del papa León XIV como jefe de la Iglesia Católica?

Luego de la culminación del cónclave, se dio a conocer al sucesor de Francisco: el Papa León XIV, en el balcón de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Fuente: France 24.

Aproximadamente, en un periodo de 15 días de duelo por el deceso de Francisco, el decano de los cardenales, Kevin Farrell, convocó a sus colegas a una reunión en el Vaticano, seguida de la ejecución del cónclave. Este término proviene del latín “bajo llave”. Este proceso enigmático a puertas cerradas reunió a 252 cardenales católicos de distintas partes del mundo, de los cuales solo 133 emitieron su votación en la Capilla Sixtina, famosa por las pinturas de Miguel Ángel, ya que una norma eclesiástica es que deben ser menores de 80 años.

La designación de Robert Francis Prevost, quien adoptó el nombre de León, se realizó conforme a la normativa canónica que exige una mayoría de dos tercios de los votos. Este procedimiento, establecido por la Iglesia, ha permanecido prácticamente inalterado durante más de 800 años, constituyéndose como una de las tradiciones emblemáticas alrededor del mundo.

No obstante, dicha práctica ha generado interrogantes entre diversos sectores, tanto creyentes como no creyentes. Parte de estas inquietudes son respondidas en la obra literaria El Cónclave, escrita por Robert Harris, cuya adaptación cinematográfica homónima contribuye a explorar las tensiones y complejidades del proceso electivo papal desde una perspectiva ficcional.

¿Casualidad o destino?

La ficción se encuentra con la realidad. La narrativa de Berger alberga secretos, misterios y un poder absoluto concernientes a la Iglesia Católica, los cuales son escondidos debajo de las sotanas de los cardenales que asisten al cónclave. Una historia previa a los hechos del pasado mes de mayo que converge en la realidad. Un evento casual o predestinado en medio de la defunción del Francisco y la elección del papa León XIV.

‘Cónclave’, la película de Edward Berger ganadora de un Óscar, fue fuente de controversia tras la muerte del Papa Francisco. Las cifras de los espectadores se vieron reflejadas tras la anunciación del cónclave. Fuente: El Financiero.

El Cónclave (2024) refleja una Iglesia conflictiva, en la que prevalecen los intereses personales por encima del bien común. En completo aislamiento del mundo y sin el temor de ser juzgados, los cardenales intercambian posibles candidatos bajo sesgos políticos que revelan la conveniencia de cada uno de ellos frente a la vacante del papado. “Todo cardenal en el fondo alberga ese deseo, quizás lo niegue en voz alta, pero en secreto ya pensó que nombre elegiría como papa”, es el diálogo de uno de los cardenales de la película. 

Entre planteamientos éticos y políticos  argumentados en la película, el comportamiento controversial de los cardenales ficticios resuena en los espectadores con una dosis de veracidad. La institución católica con el paso del tiempo ha perdido cierta credibilidad producto de una serie de escándalos protagonizados por cardenales, obispos y sacerdotes. Lejos de resguardar la integridad humana, los acontecimientos encubren actos de carácter legal, como fraude financiero o abusos sexuales, que en muchas ocasiones carecen de justicia.

Los miembros de la Iglesia se encuentran divididos en base a sus creencias e ideas, por un lado los conservadores y, por otro lado, los progresistas. En búsqueda de la persona idónea para asumir el cargo de Sumo Pontífice, cabe preguntarse si la elección tomada por el cónclave es sencillamente inspiración divina o acaso es más política y  emerge de la preservación de los estatutos doctrinales.

Sergio Castellito, actor y director de cine italiano, encarna el papel de Tedesco en ‘El Cónclave’. Fuente: El Financiero.

Aproximadamente 213 cardenales del total de 266, que han asumido el título de soberano de la Iglesia Católica, son italianos. En esta misma línea, la película hace énfasis en el personaje de Tedesco, cardenal italiano y ultraconservador, que promueve el retroceso de la Iglesia por sus ideas tradicionales y oposición a las reformas del Concilio Vaticano II. Con el papel de antagonista principal, la candidatura de Tedesco al papado se presenta como una amenaza a las ideas progresistas del difunto papa. 

Incluso cabe recordar si alguna vez el sumo pontífice fue de tez negra. La respuesta es no. Entre susurros, los cardenales ficticios de El Cónclave manifiestan que si al menos Adeyemi (cardenal africano) fuera blanco, ya hubiera finalizado la votación y tendrían nuevo papa. En un mundo en el que la representación y la diversidad se vuelven cada vez más relevantes, la Iglesia Católica aún arrastra viejos prejuicios y estructuras jerárquicas que parecen resistirse al cambio. 

¿Una Iglesia adaptada al siglo XXI, junto al legado de Francisco, ahora bajo el mando del Papa León XIV?

La elección de Prevost como León XIV, de doble nacionalidad, estadounidense y peruana, fue interpretada por algunos sectores como un intento de apertura, aunque moderada, hacia una Iglesia más global y menos centrada en Europa. No obstante, su perfil conservador en temas clave como el celibato sacerdotal y la ordenación de mujeres genera suspicacias sobre si realmente encarna el legado de Francisco o una continuidad camuflada.

El Cónclave, tanto la película como la realidad, evidencia el choque de dos mundos: uno que aspira a la modernización y acogida del mensaje evangélico, y otro que se aferra al peso de los siglos y al poder oculto bajo capas de incienso y protocolo. En medio de la incertidumbre, millones de creyentes depositan su fe en que el nuevo pontífice sabrá guiar a la Iglesia por el camino correcto. Sin embargo, lo que el filme de Berger pone en escena con ímpetu es la tensión permanente entre lo humano y lo divino, entre el poder y la espiritualidad, entre la política y la fe.

Así, en una coincidencia que algunos llamarán providencial y otros simplemente estrategia de marketing, el cine y la historia se entrelazan para recordarnos que incluso en la institución más antigua del mundo, nada está completamente escrito y todo está sujeto al juicio de los hombres. El humo blanco se alza como símbolo de unidad, pero también el humo negro señala los misterios e indiferencias no resueltos que se mantienen en el átmosfera de la cúpula de San Pedro.

Sunim Cardenas

Estudiante de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Además, quedó en el segundo puesto en la categoría ensayo de los Juegos Florales de dicha universidad. Redactora periodística y creadora de contenido en el medio digital Departe.

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  • Estudiante de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Además, quedó en el segundo puesto en la categoría ensayo de los Juegos Florales de dicha universidad. Redactora periodística y creadora de contenido en el medio digital Departe.

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