Freed Villalobos es el primer deportista peruano de judo adaptado en competir en unos Juegos Paralímpicos. En esta nota, cuenta su experiencia en Tokio 2020, cómo se preparó para este evento deportivo, sus inicios y futuras metas en el judo.

Freed Villlobos Corrales (33), primer deportista peruano de judo adaptado, modalidad de este arte marcial japonés practicada por personas con discapacidad visual, que ha participado en campeonatos como el Mundial de Judo IBSA 2018 o los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, donde obtuvo la medalla de bronce, realizó su debut paralímpico en Tokio 2020.
A lo largo del 2021, ha participado en diversos torneos, entre ellos la Copa Internacional en Antalya, Turquía y el Grand Slam en Bakú, Azerbaiyán. En ambos eventos, quedó entre los diez primeros del ranking de clasificación, lo que permitió ser parte de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

En julio del presente año, Luisa Villar, presidenta de la Asociación Nacional Paralímpica del Perú, llamó a Freed para darle la ansiada noticia. “Me dijo que clasifiqué por mi rendimiento en competencias anteriores. Estaba muy feliz por representar a mi país en estos Juegos Paralímpicos”, comenta el judoca.
A partir de esa fecha, fue integrado al programa ‘Vamos con Tokio’, que nació en enero de 2020 para apoyar económicamente a los deportistas clasificados y en vías de calificar para los Juegos Olímpicos de la ciudad japonesa.
La pandemia de la COVID –19 impidió que Freed contara con un entrenamiento óptimo para los Juegos Paralímpicos. Pese a ello, junto a su entrenador trabajó con mucho esmero. Su preparación consistió en reforzar el trabajo técnico, físico y cardiovascular.
Juegos Paralímpicos Tokio 2020

Freed partió a la capital japonesa el 18 de agosto de este año. Junto a otros seis deportistas de la delegación peruana, estuvo presente en la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Paralímpicos, que se realizó el 24 de agosto, en el Estadio Olímpico de Tokio.

El viernes 27 de agosto llegó el anhelado día para Freed. El torneo de judo apartado se disputó en el Nippon Budokan, donde también compitieron los peruanos Alexandra Grande (Karate) y Juan Postigos (Judo).
Todas las competencias de judo se llevaron a cabo ese mismo día. En la mañana, tocaron las eliminatorias y, en la tarde, se disputaron las semifinales y finales según las categorías. A Freed le tocaba afrontar esta primera fase eliminatoria a las 10 am (hora de Japón).
Para ese combate, su oponente fue el deportista cubano Gerardo Rodríguez, a quien Freed conocía muy bien, pues ambos se habían enfrentado en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019.
En esta oportunidad, el judoca peruano no logró vencer a su contrincante y se quedó en la fase eliminatoria. Su oponente supo identificar sus puntos débiles y trabajó con mayor efectividad, aunque no fue un combate sencillo.
“Él logró ver mis debilidades y supo magnificarlas, lo que lo llevó a ganar, pero, a comparación de la primera vez que competí contra él, le di más trabajo. Espero tener esa revancha que me lleve a la victoria”, enfatiza Freed.
“Las medallas se ganan en el entrenamiento y se recogen en la competencia”

Freed Villalobos perdió la vista durante su nacimiento en la ciudad de Arequipa. A los cinco años le diagnosticaron catarata congénita y glaucoma en los ojos. A los ocho, planearon realizarle una operación de trasplante de córnea en el ojo izquierdo, pero en ese entonces, además de existir escasos donantes, la córnea que iba a recibir resultó incompatible.
“Desde ese momento me dije que no es solamente convivir o sobrellevar las condiciones. Es saber vivir consigo mismo, con lo que uno tiene, con lo que uno puede. Una discapacidad no es una incapacidad. Solamente se vuelve un limitante cuando uno quiere que sea así. Si uno quiere que sea algo bueno, lo logrará”, expresa Freed.
El deportista realizó sus estudios primarios en los colegios ‘Nuestra Señora del Pilar’, ‘Champagnat’ y ‘San Francisco de Asís’, en la ciudad de Arequipa. Estudió la secundaria en los colegios Charles Stanford y el ‘Colegio Pestalozzi’. Cambió regularmente de instituciones educativas porque algunas no se encontraban adaptadas para las personas con discapacidad.

Ingresó a la Universidad Católica San Pablo de Arequipa (2010) para estudiar la carrera de Derecho. “Anhelaba defender lo justo y a los demás contra las injusticias”, cuenta Freed.
En el 2016, cuando estaba por culminar sus estudios universitarios, necesitaba completar créditos con actividades extracurriculares. Un día, le contaron que existía un deporte que generaba pocos daños físicos: el judo. Hasta ese momento, Freed solo conocía la natación y el ‘fútbol 5’, el fútbol adaptado para atletas con discapacidad visual.
“Irónicamente, esa carrera me llevó a practicar judo, un deporte de defensa personal que se volvió mi pasión. Lo tomé como una lección, ya que para defender a los demás debía empezar defendiéndome a mi mismo”, explica Freed.
Para entrenar de manera más profesional, decidió inscribirse en el Club de Judo Shinzo Murayama, en Arequipa, en el 2017. Al año siguiente, sus entrenadores contactaron a la Federación Deportiva Peruana de Judo y al Instituto Peruano del Deporte (IPD), para que pudiera participar en el primer tope nacional para personas con discapacidad visual, que se iba a realizar en mayo, en la ciudad sureña. Freed ganó una de las categorías.
Luego participó en el Campeonato Mundial de Judo IBSA 2018, que se realizó en Lisboa, para buscar su clasificación a los Juegos Parapanamericanos Lima 2019. Después de los juegos de Lima, decidió mudarse a la capital. “No voy a Arequipa desde hace varios años. Dejé mi vida anterior: trabajo, familia y amigos, pero ha valido la pena”, resalta Freed.
A inicios del 2022, se sabrá en qué competencias estará participando el judoca. Todas estas sumarán para buscar su clasificación a los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023. Además, está decidido a trabajar duro para asistir a los Juegos Paralímpicos París 2024.
Como precursor del judo adaptado peruano, aconseja a las nuevas generaciones que opten por practicar algún deporte. “El que practiques debe ser el trampolín a tu felicidad. Esa fórmula mágica que te da la satisfacción de estar haciendo algo útil para uno y para la sociedad. Sé que puede sonar muy ideal, pero creo que esa es la respuesta para el éxito”, concluye Freed.
Si quieres conocer más sobre el judoca Freed Villalobos, mira esta entrevista:
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