Arte: Valeria Fernandez
El 2019, Lima fue sede de los Juegos Panamericanos, una vitrina ideal para diversas disciplinas. Entre ellas, el béisbol —un deporte poco conocido y practicado en Perú— se presentó en el Complejo Deportivo de Villa María del Triunfo. El equipo peruano, perteneciente al Grupo A, se enfrentó a Nicaragua, Puerto Rico y República Dominicana, rivales de peso en el mundo del béisbol. Lamentablemente, Perú no logró ninguna victoria en estos encuentros, y quedó bajo la sombra de las potencias que dominan este deporte.
César, un aficionado del béisbol de nuestro país, fue testigo de uno de esos partidos: Perú vs. Puerto Rico. Él, a pesar de la poca costumbre en nuestro país, indicó que tuvo una conexión inmediata con este deporte: «Siempre he tenido una relación amor-odio con los deportes ‘gringos’, especialmente con el béisbol, que me fascinaba por lo fácil que me resultaba entenderlo, aunque no se practicara mucho aquí», comentó con una mezcla de nostalgia y curiosidad.
El ente principal que administra el béisbol en nuestro país es la Federación Deportiva Peruana de Béisbol (FDPB), fundada en 1926, y, a pesar de ser casi tan antigua como la Federación Peruana de Fútbol (FPF), su crecimiento ha sido lo contrario a exponencial, no solo por la poca práctica en nuestro país, sino también por el bajo rendimiento de la selección peruana de béisbol, comparada a sus pares latinoamericanos.
Los conocimientos de César sobre el béisbol crecieron gracias a los partidos de la Major League Baseball (MLB) que veía por la cadena televisiva ESPN y, curiosamente, a los videojuegos. Sin embargo, y debido a la poca fama de dicho deporte en Perú, no había podido asistir a ver ningún partido oficial hasta los Panamericanos.
César describió la emoción que sintió al enterarse que una competencia tan importante como los Panamericanos llegaba a Lima: “Sabía que en Perú se practicaba, pero solo en lugares muy alejados como el AELU, y esta vez era en Villa María. Tenía que ir”, recordó. El día del partido, al llegar al estadio, César notó la diferencia física entre los equipos: “los puertorriqueños eran enormes. El pitcher era un gigantón, y ya desde ahí sabía que íbamos a perder”, manifestó, con pena por la superioridad de los rivales.
El equipo peruano, compuesto en su mayoría por descendientes de japoneses y algunos venezolanos nacionalizados, no tenía muchas opciones frente a un equipo que mostraba el poderío habitual de los países caribeños, que logró vencer a Perú sin mayores complicaciones.
Sin embargo, César no se quedó únicamente con la derrota entre los ojos, sino que decidió disfrutar la experiencia: “verlos jugar era como ver gente sobrehumana. En el fútbol, por ejemplo, uno no siempre percibe esa diferencia entre el espectador y el atleta, pero con estos jugadores sí. No es algo que veas en Perú», comentó con admiración.
El béisbol, a pesar de su antigüedad en Perú, sigue siendo un deporte de nicho. La Liga Peruana de Béisbol no ha logrado atraer a masas como sí lo hizo, por ejemplo, el frontón. Todos los equipos de dicha liga se encuentran en Lima, y, entre las dos divisiones (División Superior y Ascenso), no llegan a los 20 equipos. Muchos de los clubes peruanos fueron fundados por personas de la comunidad nikkei, y, aunque en menor medida, fue enriquecida por la llegada de los venezolanos.
Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 fueron una breve oportunidad de poner al béisbol bajo los reflectores,pero los resultados del equipo peruano no ayudaron a atraer una masa de aficionados considerable. Sin embargo, como señaló César, la experiencia de ver en vivo a jugadores de la talla de los puertorriqueños y dominicanos dejó una huella imborrable en los pocos que sí tuvieron la suerte de presenciarlo.
Quizás por ahí está la salida, esperar que personas como César se sumen y ayuden al crecimiento de la comunidad del béisbol, que aún tiene un largo camino por recorrer, pero con eventos tan grandes e importantes como los Juegos Panamericanos, hay una luz de esperanza.
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