Esta semana la selección Peruana quedó eliminada de la Copa América 2024, el máximo evento del fútbol sudamericano que, por segunda vez, se realiza en Estados Unidos. Con la realización de este evento fuera de Sudamérica, el orden de rotación ha quedado en el aire.
Sin embargo, hace 20 años, el Perú fue sede de este evento entre el 6 y 25 de julio del 2004. Nuestro país recibía por sexta vez a la máxima competición deportiva de la CONMEBOL (organismo rector del fútbol sudamericano) luego de 47 años, cuando se realizaron todos los partidos en el Estadio Nacional.

Este torneo, a su vez significaba el retorno de los 10 países de CONMEBOL en el torneo – debido al retiro de Argentina de la Copa América del 2001 –, como también se convirtió en el primer torneo que se jugó en altura: Cusco, sede que ya habían conocido los argentinos por la Copa Sudamericana del 2003 y aquella Recopa del 2004, ambas ganadas por Cienciano.
LAS SEDES

Para esta edición – y como en la edición del 2011 – se convocaron siete sedes para realizar el evento. Lima sería la sede del Grupo A y de los duelos de semifinales y final del campeonato. El recinto escogido sería el Antiguo Estadio Nacional, que en aquel momento tenía una capacidad de 45 mil espectadores.
En un principio, el Estadio Monumental – con mayor capacidad de espectadores en el Perú – estaba contemplada como una octava sede del torneo; sin embargo, tras el escándalo entre Universitario y Cienciano por la liga local, provocó que el Presidente de Universitario por aquel entonces, Alfredo Gonzáles, decidiera en venganza no ceder el estadio.
“Si la Federación Peruana de Fútbol no castiga al árbitro Garay, la “U” no cederá el Estadio Monumental para los partidos de la Copa América”, sentenció Gonzáles. Además, se acercó al comité organizador mencionando que “era igual que se juegue en el Estadio Nacional que en el Estadio Monumental”.
Por otro lado, las sedes en provincia fueron el Estadio Mansiche de Trujillo, el Elías Aguirre de Chiclayo y el Miguel Grau de Piura al Norte del país; mientras que en el sur las sedes serían el Monumental de la UNSA en Arequipa, el Inca Garcilaso en Cusco y el Jorge Basadre de Tacna. Todas las sedes – salvo la de Arequipa y Cusco – tenían una capacidad máxima de 25 mil personas, mientras que en las otras dos tenían 45 mil.
PERÚ: UN SUEÑO QUE SE CONVIRTIÓ EN PESADILLA

La Selección Peruana, comandada por el brasileño Paulo Autuori, presentó la convocatoria de 22 jugadores para la Copa. El equipo, previo al torneo, jugó un partido por las Eliminatorias Sudamericanas ante Venezuela, que había terminado en empate. Perú llegaba en aquel momento con 9 puntos y séptimo en la tabla de posiciones de dicha competencia.
Sin embargo, una de las grandes expectativas de la convocatoria fue el llamado de Claudio Pizarro, quien apuntaba como el capitán y estrella del equipo. El jugador provenía del Bayern de Múnich. El llamado “Bombardero de los Andes” se había convertido en el segundo máximo goleador del equipo en la temporada previa a la Copa y se esperaba un gran desempeño del jugador.
Por otro lado, la selección convocó a jugadores experimentados en el fútbol local como Oscar Ibáñez (portero de Cienciano), Flavio Maestri y Roberto “El Chorrillano” Palacios. Sin embargo, también sorprendía el llamado de un joven de 19 años llamado Jefferson Farfán, que estaba demostrando sus pininos en Alianza Lima.
El primer mal augurio de la Selección surgió en el partido inaugural, cuando Bolivia inició marcando con Joaquín Botero (minuto 35’) y siguió aumentando el marcador con Lorgio Álvarez (minuto 57’). Con un 2-0 en el marcador, la Selección Peruana logró reponerse junto a la hinchada y con Pizarro de penal y un gol agónico del “Chorri”, la escuadra peruana lograba el empate en la primera fecha.
Sin embargo, la segunda fecha se volvió una pesadilla. Perú recibía a la “Vinotinto” en casa por la segunda fecha. La selección peruana inició goleando 3-0 a Venezuela, aunque estos descontaron con gol de Massimo Margiotta al 76’. Poco antes de esa jugada, Claudio Pizarro salta en un balón dividido contra Alejandro Cichero, quien golpeó con un codazo al peruano.
Pizarro salió del campo en camilla y horas después reportó dolores de cabello y náuseas. Rápidamente fue internado en una clínica y se detectó una «fractura con hundimiento en el hueso temporal del cráneo», de acuerdo a RPP en aquel momento. Perú había perdido a su capitán para el resto de la Copa América.
Tras este suceso, Perú sufrió el último partido en fase de grupos en Trujillo. Perú remontó el encuentro a Colombia tras un 2-0 y, con goles de Solano y Maestri, lograron el empate y la clasificación a segunda ronda. La Blanquirroja acumulaba de esta manera su cuarta clasificación a la siguiente fase del torneo. Perú pasó como segundo del grupo.
BRASIL Y ARGENTINA: DOS CLÁSICOS QUE SUFRIERON PARA LLEGAR A LA FINAL

La Selección Argentina, por su parte, clasificó en la misma posición que la selección peruana. Pese a que goleó 6-1 a Ecuador, cayó derrotado por un gol de tiro libre de Ramón Morales ante México. Los emparejamientos de cuartos enfrentarían a Perú y a los albicelestes en Chiclayo.
Este encuentro fue dominado por Argentina. Los albicelestes habían jugado toda la fase de grupos en el Estadio Elías Aguirre, por lo que tenían mejor conocimiento del campo de juego. Además, la Blanquirroja llegaba sin Pizarro – debido a la fractura en el cráneo –, pero también sin el joven Jefferson Farfán y Flavio Maestri. Argentina fue cada vez más al ataque y con un gol de Tévez, sentenciaron la eliminación de Perú.
Por otro lado, Brasil clasificaba holgadamente en Piura tras golear a México por cuatro goles, donde brilló Adriano, la máxima estrella del equipo junto a Ronaldo, que anotó un doblete. Sin embargo, en las semifinales le tocaría un Uruguay que los complicó hasta la tanda de los penales.

La final se realizó el 25 de julio en el Estadio Nacional. Brasil y Argentina se enfrentaban por segunda vez en su historia en las finales de Copa América – volverían a verse las caras en 2019 –, y, pese a que Brasil había enviado a su equipo B, fue un partido de igual a igual.
Argentina inició pegando con el gol del Kily González de penal a los 20 minutos, aunque Luisao equipararía las acciones al final del primer periodo. En el segundo tiempo, el partido se desarrolló con un juego de igual a igual y la Albiceleste logró anotar el 2-1 con César Delgado. Pero, dos minutos después, Adriano aparecería y enviaría el partido a la tanda de penales.
En la tanda, Andrés D’Alessandro erró el primer penal para los argentinos, mientras que Adriano anotó su séptimo gol del campeonato en su primer turno. La albiceleste volvería a errar con Gabriel Heinze, mientras que Brasil anotaría las próximas tres oportunidades frente al arco, dando así a la Canarinha su séptimo título de la Copa América.

20 AÑOS DESPUÉS: ¿QUÉ ES DE CADA UNO DE LOS ESTADIOS?
Al año siguiente de la Copa América, Perú fue sede del Mundial Sub-17, donde algunos de los mismos estadios fueron sede del evento. Sin embargo, algunos dejaron de utilizar el grass natural para pasarse al sintético. Este hecho provocó polémica, debido a que algunos no tenían el mantenimiento debido, lo que convierte a los campos en lugares más propensos para las lesiones.
Los estadios del norte del país, como, por ejemplo, el Estadio Mansiche, debido a las polémicas volvería al césped natural. Asimismo, fue remodelado hacia el 2013 para los Juegos Bolivarianos, siendo el estadio actualmente más utilizado por equipos como César Vallejo y Carlos Manucci. Por otro lado, el Miguel Grau de Piura, pese a que los intentos de remodelación para 2020 y 2023 han quedado truncos, aún es utilizado para el equipo de Atlético Grau, de la Liga 1.
No obstante, el estadio Elías Aguirre de Chiclayo pasa por un mal momento. Desde que el Juan Aurich descendió de la Primera División del fútbol peruano, el estadio se encuentra en desuso. Actualmente se está realizando un proyecto de recuperación por parte del Gobierno Regional, en búsqueda de recuperar las viejas glorias de este campo.
Mientras tanto, el Estadio Nacional de Lima y el Inca Garcilaso de la Vega de Cusco han sido los dos estadios que mejor se conservan hasta la actualidad. El primero fue completamente remodelado y reabierto en 2012, convirtiéndose en la sede principal de la selección nacional. Asimismo, ha sido casa de los Juegos Panamericanos del 2019 y próximamente del 2027. Por otro lado, el Inca Garcilaso de la Vega fue remodelado en 2014, además de ser el único estadio de Perú habilitado por la FIFA para jugar en altura.
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