
El pasado sábado 14 de junio, el mundo del fútbol fue testigo de uno de los capítulos más interesantes de su historia actual. El nuevo “Mundial de Clubes”, tras años de rumores de cambios en su funcionamiento en la búsqueda de mayor protagonismo en el escenario mundial y, de la mano de Gianni Infantino, daría un cambio total, con un torneo lleno de caras nuevas, un aire fresco presente, otorgándole más vida a un torneo que estaba padeciendo los efectos del olvido.

La reunión de los diversos campeones de los torneos más importantes del mundo del fútbol sufrió un cambio sustancial. El torneo regular, conformado por 7 equipos, experimentó un aumento masivo, aplicando un formato similar al máximo torneo de fútbol entre naciones: “La Copa Mundial de la FIFA”.
De esta forma, pasaron de 7 a 32 los que conforman este nuevo Mundial de Clubes, masificando mucho más esta reunión no solo deportiva, sino cultural y de experiencias entre diversos clubes de distintas naciones.
Entre tantos nuevos clasificados a esta novedosa cita mundial, Sudamérica no limitaría su representación únicamente al más reciente campeón de la Copa Libertadores. Ahora, al flamante campeón, el equipo brasileño Botafogo, le acompañan cinco representantes más, dispuestos a dejar en lo más alto nuestro fútbol en cada uno de los enfrentamientos.
Palmeiras, Flamengo y Fluminense, representantes brasileños, acompañan a los dos equipos argentinos más populares: Boca Juniors y River Plate, que lamentablemente acaban de ser eliminados.

En sus respectivos grupos hemos tenido una fulminante demostración de la calidad del fútbol sudamericano, siendo capaz no solo de plantar cara, sino de conseguir la victoria ante los equipos más importantes y caros de todo el mundo.
Resultados tales como la victoria de Botafogo frente al actual campeón de la Champions League, Paris Saint-Germain; la goleada al equipo londinense, Chelsea, por 3-1 de parte de Flamengo; o la lucha pasional de un Boca Juniors frente al multicampeón alemán Bayern Múnich, dejaron claro una vez más que, a pesar de que en otros lados del mundo se pelean por cada uno de los jugadores de nuestra región, que se refleja en cantidades exorbitantes de dinero, en Sudamérica es donde se forma aquel talento que luego se vende. Por ello, el fútbol sudamericano suele ser conocido como la cuna del fútbol.

