Karina Castillo: “Creé mi proyecto solista porque necesito contar lo que llevo dentro de mí”

Foto: Archivo Personal

Karina Castillo, vocalista de la banda Santa Madero, está trabajando en su primer álbum como solista. La cantautora de 25 años y su grupo cuentan con un nombre afianzado en la escena alternativa desde que estrenaron su primer disco “Ya tengo nostalgia por conversaciones que tuve ayer”. Este fue nominado como mejor álbum del año en los Premios Luces 2022. 

En esta entrevista, Karina nos cuenta las distintas experiencias que ha vivido con Santa Madero desde el lanzamiento de su primer sencillo “Pero frágil” y profundiza en su nueva faceta musical. 

P: ¿A qué edad supiste que te querías dedicar a la música?

R: Lo supe en el 2018 cuando publicamos nuestro sencillo “Pero frágil”. Yo tenía 20 años. Antes de eso, me encantaba tener una banda, pero no lo había visto como un trabajo estable o como algo que pudiera crecer mucho más. Recién en el 2018 nos dimos cuenta de que había gente que estaba en la música trabajando, cobrando, armando espectáculos y brindando experiencias valiosas al público. Así nos dimos cuenta de que estábamos dispuestos a seguir explorando ese camino.

P: Al ser de Chaclacayo el camino parece más difícil. Toda la escena de la música alternativa se concentra mayormente en Lima Centro. ¿Cómo hacían, por ejemplo, para ir a las presentaciones que no eran en su distrito?

R: Nosotros, como Santa Madero, hemos tocado un par de veces en Chaclacayo. Conocíamos a los dueños de alguno que otro restaurante y estos nos permitían tocar. Fue bonito porque nuestras familias pudieron asistir. El primer concierto que hicimos como Santa Madero cuando ya existía “Pero frágil” fue en Chaclacayo. De hecho, nosotros estuvimos haciendo algunas tocadas pro-fondos en la casa de Pepe (Francisco Zaragoza, baterista), que vive en La Molina. De Chaclacayo somos Dan Salazar (tecladista), Aura Buntinx (mánager) y yo. 

Juntamos plata para poder grabar porque con un productor cuesta. Hicimos esta primera tocada en mi casa en Chaclacayo con la plata que habíamos recaudado antes y con lo que habíamos ahorrado. Sabíamos que existían bandas en Lima como, por ejemplo, Alejandro y María Laura, que nos gustaban mucho. Cuando ya teníamos la canción grabada, les mostramos el tema y les dijimos “queremos que toquen en nuestro concierto de presentación”. Pudimos contratar a algunas bandas que nos bajaron bastante el precio. Vinieron hasta Chaclacayo y les pagamos. Hicimos toda la producción del concierto y mi casa se llenó de 250 personas. Fue muy bonito. 

Ese fue el último gran concierto que tuvimos en Chaclacayo. Después, todos los conciertos han sido en Lima. En Chaclacayo no hay ninguna plaza para tocar, no hay ningún restaurante o bar que tenga un escenario. No hay ningún local que tenga el equipo de sonido necesario para que una banda pueda hacer una presentación. Todos nuestros conciertos han sido en Lima Centro desde que empezamos en 2018. 

P: Según has expresado en tus redes sociales te consideras una persona tímida. Sin embargo, tienes una gran presencia escénica. Sueles bailar y moverte por el escenario al frente de cientos de personas. ¿Qué cambia en ese momento?

R: Creo que cuando estás al frente de muchas personas te olvidas un poco de que te están viendo. Para mí es más difícil estar ante un público pequeño que frente a uno grande. Aparte de eso, el escenario es como mi hogar. Es el lugar más cómodo del mundo. Cuando estoy ahí no pienso en mis problemas personales o en qué dirá la gente. Me siento libre, pero no siempre ha sido así. 

Antes de la pandemia, no me gustaba mucho tocar en vivo. Prefería grabar las canciones en estudio, cantar en mi casa y componer. Me interesaba más el proceso creativo que presentar el resultado en el escenario. Luego vino la pandemia y afectó las presentaciones en vivo. En ese momento, me di cuenta de lo mucho que me hacían falta los conciertos. Solo quería reivindicarme y vengarme de mí misma por no haber aprovechado esas oportunidades. Entonces, cuando regresaron los conciertos decidí apoderarme del escenario para siempre. 

P: ¿Cómo te sientes cuando la gente empieza a cantar contigo ahora que Santa Madero se ha vuelto una banda conocida?

R: A veces no me lo creo y me olvido de que tanta gente nos escucha. Esto es nuevo para nosotros porque recién desde el año pasado, cuando sacamos el disco, la banda se empezó a mover mucho más. Antes éramos una banda pequeña. A veces no tengo tan presente que todo eso ha pasado, luego me subo al escenario y veo que hay muchas personas cantando algo que yo he escrito. Me conmueve mucho.

En cada concierto, hay un momento en donde estoy demasiado consciente de que la gente está cantando lo que yo también estoy cantando y me pongo a pensar en que lo logré. Creo que no podría pedir nada más. Tengo muchísimas ambiciones y muchísimos planes, pero ese momento para mí es tan valioso que siento que es suficiente. Tal vez me podría morir mañana y todo estaría bien porque al menos logré eso. 

Luego del éxito que supuso el lanzamiento de su primer álbum en plataformas digitales, Santa Madero sacó a la venta su disco físico en diciembre del 2022. Foto: Santa Madero.

P: ¿Cuál es el próximo reto que se han planteado como Santa Madero? 

R: Tenemos el reto de lidiar con una industria musical en un país que no la ha desarrollado para nada. Me refiero a una industria musical independiente. Además, me gustaría sacar la banda de la capital. Yo ni siquiera me siento limeña porque vivir a las afueras de esta ciudad es muy distinto. Para nosotros, Chaclacayo ha sido una burbuja y llegar a Lima fue encontrarnos con un estilo de vida completamente diferente. 

Me ha gustado conocer la ciudad, a la gente y a la escena. Sin embargo, creo que ya es suficiente. Me gustaría llevar nuestra música a todos los lugares posibles del Perú. Eso significa luchar contra una industria que no está desarrollada. Se tiene que lidiar con promotores y productores que no te quieren pagar o cumplir contratos. Aun así, queremos aliarnos con personas en las que confiamos y asumir ese reto. 

También queremos aportar a que la industria siga creciendo y dejar una buena base para que las generaciones que vengan puedan vivir de esto. Ojalá sea gracias a esta generación de bandas. Tenemos los ejemplos de Suerte campeón, Jean Paul Medroa o Temple Sour. Los mismos artistas estamos apostando por llevarle a la gente experiencias de alta calidad. Estamos en ese camino de profesionalizarnos por completo. 

P: ¿Cómo es que Santa Madero llegó a ser la banda encargada de abrir las dos fechas del concierto de Mitski en Lima? 

R: El año pasado, una vez que sacamos el disco, varios medios de difusión musical peruanos compartieron nuestra música. Entonces, a una de estas personas que hacen reseñas de discos, Daniel Efecto, le gustó mucho nuestro trabajo. Él no solo es un influencer de música, también trabaja en las producciones de conciertos. Tanto él como su equipo, que eran los encargados de traer a Mitski a Lima, nos tenían en la mira. Se comunicaron con nosotros y lo hicieron realidad. No lo podíamos creer.

Luego nos mandaron una captura de pantalla de la confirmación del equipo de Mitski. Fue un “OK vamos con Santa Madero”. Fue increíble, nos trataron súper bien. Fue bien interesante porque vimos toda la logística que hay detrás de preparar un concierto internacional grande. Aprendimos un montón y pudimos trabajar con profesionales excelentes. La acogida del público fue increíble. Muchos de los asistentes a las dos noches de conciertos no nos conocían. Había una parte que sí y estaba contenta. Había otra que no estaba muy contenta de que una banda peruana cualquiera abriera a Mitski, pero creo que al final supimos ganarnos sus corazones. Nos llegaron mensajes de gente que tal vez no estaba muy convencida y que convencimos esa noche. 

P:  Asumo que te gusta Mitski como artista.

R: A mí me encanta. La verdad es que ella es una de las razones por las que escribo música. La escucho desde chiquita. [Abrir el concierto de Mitski] Ha sido una de las cosas más importantes que me han pasado en la vida . Me parece que el destino es demasiado loco. Me recuerdo a mí misma hace como 6 o 7 años escuchando la música de Mitski llorando y sintiéndome identificada con ella. Cuando era más chica decía “me gustaría escribir como ella”. De pronto, años después, abrí un concierto suyo. No puedo creer que esto haya pasado.

Santa Madero fue la banda telonera de Mitski en las dos fechas de conciertos en Lima. Ambos eventos tuvieron lugar en el Arena Perú Hall, el 15 y 16 de noviembre del 2022. Foto: Santa Madero.

P: En noviembre del año pasado regresó el festival “Rock en el Parque” ¿Cómo fue para ti ser la única integrante mujer dentro de los treinta grupos que estuvieron en el evento? 

R: Yo creo que eso de que las mujeres no se dediquen mucho a la música es resultado del país machista que tenemos. Nadie te dice que no tengas una banda, que no seas músico, pero está tácito. Existe como un mensaje subliminal. Lo de “Rock en el Parque” no me sorprendió. Cada vez que he sido parte de un festival mediano de música en Lima siempre he sido la única mujer. Eso ocurre simplemente porque a los hombres que manejan estos espacios no les da la gana de darle una oportunidad a la música que están haciendo las mujeres porque son anticuados, machistas e ignorantes. Nosotras tenemos muchísimo para dar. 

Yo sé que no soy la única. Tengo mis colegas que sé que hacen música increíble. No entendía por qué Andrea Martínez no estaba de headliner en “Rock en el Parque” si ella es rockera y fue telonera de Coldplay. Al ser la única mujer en el evento, estaba molesta. Lo dije en pleno concierto. También la mayoría del público en el concierto eran hombres. Estaban vestidos de negro y estaban con “cara de poto” cuando me vieron entrar al escenario. Eso solo me motivó más a dar el mejor show de mi vida y a ser totalmente irreverente. Quería enseñarles que yo soy mujer, que estoy haciendo buena música y que estoy reescribiendo la historia de mi país. 

Yo sé lo importante que es mi banda para la industria y para la escena. Ver tantos hombres incómodos solo me motivó a hacerlo mejor. Creo que fue uno de los mejores conciertos del año para nuestra banda en cuestión de calidad musical. Lo hicimos muy bien, no nos equivocamos en nada y más bien mostramos mucha actitud. Lo quisimos dar todo. Queríamos convertir esos corazones y creo que sí funcionó.

Karina Castillo fue la única integrante mujer dentro de las 30 bandas invitadas en el regreso del festival “Rock en el Parque”. Foto: Archivo personal.

P: ¿En qué momento decidiste lanzar tu proyecto en solitario? 

R: En Santa Madero, “Pero frágil” y los sencillos que salieron antes del disco son composiciones de Dan. Yo no componía. He estudiado música y canto desde los 9 años. A pesar de eso, hasta ese momento solo me había limitado a interpretar. Me sentía incapaz de poder expresarme de una manera con la que esté satisfecha que venga de mí misma. Pero siento que yo soy inevitablemente una cantautora. Entonces, fue inevitable que en algún momento empezara a escribir a pesar de la vergüenza que me daba expresarme mediante la música. Empecé a escribir mi primera canción en el 2017, pero la dejé de lado y la terminé en el 2019. Cuando la terminé me gustó y me di cuenta de que podía continuar. Ya en el 2020 empecé a escribir la letra de “Quemarte a la mitad” junto a Dan y vino la pandemia. 

Entonces, me quedé sola en mi casa con una guitarra y no tenía nada que hacer. Empecé a componer este disco que me prometí a mí misma que lo sacaría a los 25 años. No sé por qué. Me pareció una edad importante. Todos estos últimos años, desde el 2019 hasta ahora, he estado trabajando en este proyecto. Es mi decisión de separarme por un rato de Santa Madero. Eso no quiere decir que voy a abandonar la banda. Ya cuando empecé a componer después de la pandemia vienen los sencillos con la banda y también empecé a escribir con Dan mucho más. 

Para el disco, yo llegaba al estudio con composiciones casi terminadas. Siento que mucho del disco con Santa Madero es parte de mi experimentación componiendo. Mi trabajo ahí es entrar en varios personajes e inventar historias. Para el caso de mi música solista es literalmente mi diario. Son todas las experiencias que he tenido, todo lo que ha pasado por mi mente. Es catarsis, simplemente yo explayándome y presentándome al mundo. Era necesario para mí como artista poder explorar ese lado. Creé mi proyecto como solista porque tengo esta necesidad de contar lo que llevo dentro de mí. Voy a hablar de mis amores, mi relación con mi mamá, mi relación conmigo misma, con mi cuerpo, mi experiencia de ser una chica en este mundo, en este país y en esta ciudad que siento ajena. Solo le quiero mostrar quién soy verdaderamente. 

P: Ahora que estás concentrada en este proyecto ¿cómo ha sido trabajar teniendo la libertad de elegir cada detalle en la composición musical? 

R: Ha sido muy chévere. A mí me encanta trabajar en equipo. Por ejemplo, ahorita estoy haciendo una composición junto a Jean Paul Medrano para Santa Madero que va a salir en marzo. Siento que es como jugar con que la música es mi trabajo. O sea, en realidad sí lo es. Me imagino que llego al estudio y que estoy siendo pagada para hacer una canción. Es demasiado fácil para mí entrar en ese personaje, sentarme y escuchar una melodía y ponerle la letra. En cambio, con mi proyecto solista, si quiero hablar de algo que me ha pasado, para llegar a la idea de cómo quiero expresarlo pueden pasar años para tenerla lista. 

Trabajar en equipo es hacer lluvia de ideas y quedarnos con lo que más nos gusta. Hacerlo sola es obsesionarme con la pieza que estoy creando y pensar en cada instrumento, en cada sonido y en cada sentimiento que quiero ponerle a la canción. Cuando estoy componiendo cierta canción solo pienso en eso. Tengo conversaciones y me distraigo porque me pierdo en mi mente; miro al horizonte pensando en cómo solucionar la canción que estoy escribiendo en ese momento.

P: ¿Quiénes han sido los músicos que han trabajado contigo en la parte instrumental?

R: Ahora estoy trabajando con Mateo Ledgard de Temple Sour. Es mi productor y mi novio también [risas]. Cualquier sonido que yo necesito él sabe cómo sacarlo. Él es el guitarrista que está presente en mis canciones. Para las presentaciones en vivo solo estamos los dos. Él se sienta a un costadito con la guitarra y yo me paro al centro con el micrófono. Nada más.

Para sus presentaciones como solista Karina es acompañada instrumentalmente por su productor y pareja Mateo Ledgard. Foto: Archivo personal.

P: No solo tienes una propuesta musical, también destaca mucho la estética de tu vestimenta y la fotografía. ¿Cuál es la inspiración para tu estilo? 

R: Para empezar, he terminado de estudiar Historia del Arte en San Marcos, entonces para mí la manifestación de la cultura humana, ya sea a través del arte, es la mayor inspiración de mi proyecto. Teniendo todo el conocimiento de este tipo de expresiones tengo muchas inspiraciones. Me encanta el arte del Medioevo. El disco es medio temático de una princesa medieval. Como me apellido Castillo también quiero jugar con los castillos, las princesas y la iconografía. También como soy una persona espiritual quiero que estén presentes Dios y la virgen. Todas esas cosas vienen de mi colegio porque crecí en un lugar extremadamente católico y conservador. Yo no soy así, pero eso ha tenido que ver con mi crianza. 

Una manera mía de resolver o dejar pasar ese trauma ha sido abrazar todo eso que viene de mi infancia y de mi adolescencia. La mayor inspiración de mis proyectos viene de las pinturas. Eso es lo que quiero transmitir con mi ropa. Yo diseño mi propia vestimenta para mi proyecto. Para la portada de mi sencillo “Vivo tan lejos”, diseñé el vestuario junto con mi mamá. Ella me tejió los calentadores, las mangas y la falda a crochet. También conseguimos un corsé. Lo que queríamos transmitir con el vestuario era la imagen de soldado medieval, de caballero. Para el segundo sencillo “La sombra al tiempo”, pude colaborar con un diseñador peruano: Macalo. 

El vestuario él ya lo tenía. Era súper especial porque ese vestido no había sido usado para ninguna editorial, revista o sesión de fotos. Solo sale en la portada de mi canción. Queríamos evocar a Juana de Arco. Me acababa de cortar el pelo y conseguí una espada gigante. Con Aura y mi amiga Cristina diseñamos toda una arquitectura inspirada en pinturas medievales y renacentistas y todo lo hicimos con colchas y sábanas pegadas al techo. Construimos como un castillo de telas que se cayó a los diez minutos, pero sirvió para tomar la foto. Siento que estoy muy conectada con lo textil. Eso también es parte de mi proyecto.

La ropa del Medioevo es la inspiración de la estética que emplea el proyecto musical de Karina. Foto: Archivo personal.

P: ¿Ya tienes proyectada la fecha de la publicación de tu disco?

R: Quiero ponerme como meta publicarlo a medio año. Todavía las cosas pueden cambiar, pero es importante ponerte un tiempo límite. Creo que el invierno es una buena época para sacar música porque hay bastantes conciertos. Además, el invierno en Lima es tan feo y triste que la gente necesita música.

Jimena Acosta

Autor

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top