
El pasado 4 de noviembre, la WWE celebró el primer episodio de RAW, su programa insignia, en Arabia Saudita, un país que desde 2018 ha sido anfitrión de diversos Premium Live Events (PLE). La velada comenzó con una batalla real de 20 luchadoras para determinar a la próxima retadora al título de Liv Morgan, actual campeona mundial. Morgan, además, dio apertura al espectáculo con una promo, celebrando su reciente triunfo en el campeonato inaugural de *Crown Jewel* frente a Nia Jax, campeona femenina de SmackDown.
Este escenario, difícil de imaginar hace apenas unas décadas, refleja un cambio significativo en un país que históricamente ha impuesto severas restricciones a las mujeres, relegándolas de actividades públicas, incluida la lucha libre. Hoy, las atletas femeninas ocupan un lugar central en los eventos de la WWE. ¿Cómo se ha logrado este cambio de paradigma? Aquí te presentamos un breve repaso.

La revolución femenina en la WWE
En los últimos años, la WWE ha transformado su división femenina con el objetivo de contar historias más atractivas y descubrir futuras superestrellas. La creación de eventos exclusivos, nuevos campeonatos y una mayor presencia en los shows semanales ha elevado el nivel competitivo y cautivado al público.
Una de las medidas más celebradas ha sido la inclusión de luchas femeninas en los eventos realizados en Arabia Saudita. Con producciones comparables a las de WrestleMania, estas presentaciones han marcado hitos para la compañía y sus atletas.
Sin embargo, debido a las restricciones culturales del país, la incorporación de mujeres a estos eventos ha sido un proceso gradual. Las normas locales han obligado a realizar ajustes significativos, especialmente en la vestimenta de las luchadoras.

El primer hito
El primer combate femenino en Arabia Saudita tuvo lugar en 2019 durante Crown Jewel, enfrentando a Natalya y Lacey Evans. Para cumplir con las normas locales, ambas luchadoras utilizaron camisetas anchas y trajes negros que cubrían completamente brazos y piernas.
La ganadora del encuentro fue la luchadora de la dinastía Hart (Natalya). No obstante, más que el resultado, ambas atletas fueron aplaudidas y ovacionadas por la fanaticada. Y es que este momento histórico marcó un precedente y abrió las puertas para que más luchadoras participaran en el futuro.
Con el paso del tiempo y el creciente apoyo del público saudí, las luchas femeninas se han convertido en una parte habitual de eventos como Crown Jewel y Super ShowDown. Además, las superestrellas han logrado adaptar sus atuendos al código de vestimenta sin perder su estilo y creatividad.

El panorama actual, cada vez más prometedor
Hoy en día, la división femenina ya no es una excepción en los eventos de Arabia Saudita. Desde combates individuales hasta batallas reales, torneos y luchas en equipo, las mujeres han protagonizado enfrentamientos que consolidan su relevancia dentro de la WWE.
Estrellas como Becky Lynch, Rhea Ripley, Charlotte Flair, Bianca Belair, Ronda Rousey y Liv Morgan han brillado en el ring, dejando una huella significativa en el panorama internacional. Estos combates no solo representan un avance en la industria del entretenimiento deportivo, sino también un paso hacia una mayor visibilidad e inclusión de las mujeres en contextos tradicionalmente restrictivos.
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