
El caso de Sheyla Cóndor ha generado una gran indignación en Perú por su trágico desenlace y las fallas en el manejo del proceso policial. Cóndor, una mujer de 26 años, fue víctima de feminicidio a manos de Darwin Condori, un ex suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP). Los hechos ocurrieron el 16 noviembre de 2024, cuando el cuerpo de Sheyla fue hallado sin vida y desmembrado en el domicilio del suboficial en el distrito de Comas.

La investigación inicial reveló que Condori, tras cometer el crimen, se ocultó en un hotel, donde días después fue encontrado sin vida en circunstancias que aún están bajo investigación. Existen críticas hacia la PNP por las irregularidades en el manejo de las evidencias en la escena del crimen y por posibles encubrimientos dentro de la institución. Estos hechos han impulsado llamados para una reforma en los procedimientos policiales y la eliminación de elementos corruptos en la PNP.
Sheyla Cóndor desapareció el miércoles 13 de noviembre tras salir de su hogar en Santa Anita hacia Comas. Aunque debía ir a su trabajo (cajera en el restaurante de sus tíos), nunca llegó. Con preocupación, su familia inició su búsqueda esa misma noche, pero en la comisaría minimizaron la importancia del caso, argumentando que era mayor de edad y probablemente regresaría pronto. A pesar de la negativa del comisario a registrar la denuncia, Elsa Torres, madre de Sheyla, continuó la investigación por su cuenta, temiendo lo peor.

Se pudo saber sobre el paradero de Sheyla gracias a que su cuenta de Whatsapp se encontraba abierta en una computadora. La última conversación había sido con el ex suboficial, quien la había invitado a su casa en Comas con el pretexto de conocer a su perro. Las cámaras de seguridad del condominio Las Praderas captaron a Sheyla entrando al lugar junto a un hombre delgado y llevando a la mascota mencionada.
Aunque la familia volvió a insistir en la comisaría con esta nueva información, las autoridades se excusaron diciendo que no era su jurisdicción y los enviaron a otra dependencia (la de Comas), donde nuevamente enfrentaron advertencias sobre posibles denuncias por difamación.

Darwin Condori, ex suboficial de 25 años, había trabajado en el Grupo Terna y formaba parte del Escuadrón Verde. Al ser contactado por la Policía, afirmó que Sheyla había abandonado su casa el miércoles por la tarde, lo que aparentemente le permitió evadir a las autoridades.Sin embargo, la madrugada del domingo 17 de noviembre, vecinos del condominio reportaron un olor desagradable, lo que llevó a la Policía a inspeccionar su hogar. Allí, Elsa encontró los restos desmembrados de su hija ocultos en una maleta y en el baño.
No había rastros del responsable. La investigación reveló antecedentes graves de Condori, quien había sido denunciado a principios de año por tres mujeres por presuntos casos de abuso sexual, aunque solo estuvo detenido por dos semanas. Estas denuncias, ignoradas en su momento, incrementaron la indignación pública.

Días después, el martes 19 de noviembre, Darwin Condori fue hallado sin vida en un hostal en San Juan de Lurigancho, con una herida en la muñeca y una carta cuya información sería una despedida a su familia y que lo perdonen por el dolor que les causó. Su muerte generó suspicacias, ya que la escena fue manipulada por los mismos policías que lo encontraron, lo que podría comprometer la investigación.

En Comas se organizó una marcha en memoria de Sheyla y para exigir justicia, los ciudadanos alzaron su voz de indignación en las calles y con carteles en mano expresaron su rechazo a los actos de violencia contra las mujeres. Comerciantes, mototaxistas y emprendedores también se unieron a la movilización para exigir seguridad y medidas claras que frenen las extorsiones en Lima Norte. Asimismo, colectivos feministas denunciaron la falta de protección y empatía de la Policía hacia las mujeres.

Los restos de Sheyla Cóndor fueron sepultados en el cementerio El Ángel de La Paz, provincia de Tarma, en la región Junín. Mientras, el Ministerio del Interior ordenó que los restos de Condori no recibieran honores policiales.

Deja una respuesta